Por otra parte, esta pareja de corredores experimenta vínculos impresionantes. La complicidad, el mutuo conocimiento y las ganas compartidas son un soplo de energía permanente para ambos. Una vez adquirida la experiencia necesaria,ambos corredores deben acumular entrenamientos de manera progresiva, siempre en función del rendimiento y del objetivo competitivo planteado. En este estadio avanzado, no hay demasiadas diferencias con la preparación habitual de cualquier modalidad deportiva con animales. Sin embargo, los inicios son muy diferentes. No solo es necesario ganar fondo, resistencia y desarrollar la técnica correcta de carrera, sino que también es imprescindible crear una conexión entre ambos corredores. Por ello, es importante comenzar con ejercicios y entrenamientos cortos.
Lo recomendable es llevar a cabo carreras de menos de quince minutos para ir subiendo la duración de forma moderada y paulatinamente. Además, no es recomendable entrenar o correr más de tres veces por semana. Lo único necesario es tener paciencia, ya que la duración, la frecuencia y la intensidad delas carreras irán mejorando con el tiempo.También es fundamental que al comienzo se realice un seguimiento médico tanto al can como al deportista. Además, el entrenamiento deportivo también debe ser Adecuado y especial para cada caso. ¡Cada persona y animal es un mundo!
Dentro de la práctica del canicross también es crucial ser comprensivo. Esta práctica debe plantearse como un juego. La técnica más habitual de entrenamiento en los primeros días es contar con la colaboración de un cómplice. Después de atarse al perro, la persona empezará a correr en línea recta e,instintivamente, el animal saldrá tras ella. Aprovecha para jalearlo y repite la operación mientras sea necesario. No tardará en asociar esa liturgia a la experiencia de carrera, sin tener de contar con dicho cómplice humana para comenzar.